La Coronilla de la Divina Misericordia

Se utiliza un rosario común de cinco decenas.


1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.


2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, 
la Sangre, el Alma y la Divinidad 
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación de nuestros 
pecados y los del mundo entero."


 

3. En las cuentas pequeñas del Ave María:


"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."


4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres
veces
:


"Santo Dios, Santo Fuerte, 
Santo Inmortal, ten piedad de 
nosotros y del mundo entero."

 

luego para terminar repetiras 3 Veces la Siguiente Jaculatoria: "JESUS EN VOS CONFIO"

y 1 sola vez: Santa Faustina, Ruega por nosotros

 

 

 

En el año 1935, la beata Sor Faustina tuvo la visión de un ángel enviado por Dios para castigar la tierra.  Estremecida por esta señal de la ira divina, empezó a rezar pidiendo misericordia, pero sus oraciones eran ineficaces.  De repente vio a la Santa Trinidad y sintió el poder de la gracia de Jesús dentro de su alma.  Volvió a rogar a Dios por el mundo con las palabras que oyó dentro de ella:

Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero (Diario, 476).

Mientras seguía repitiendo esta oración, vio como el poder del ángel disminuía hasta que no pudo llevar a cabo el castigo merecido (Diario, 474- 475).

Al día siguiente, cuando entró en la capilla, oyó de nuevo esta voz interior que le enseñó a rezar la oración que nuestro Señor más tarde llamó la "coronilla ". Desde entonces rezaba esta oración casi constantemente, ofreciéndola especialmente por los agonizantes.

En revelaciones posteriores, el Señor aclaró a Sor Faustina que la coronilla no era solamente para ella, sino para el mundo entero.  Además, agregó promesas extraordinarias a su rezo.

Hija Mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado (Diario, 1541).  Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte (Diario, 687).  Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Pa-re y el alma agonizante no como el juez justo sino el Salvador misericordioso (Diario, 1541).

Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación.  Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia (Diario, 687).  A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad (Diario, 1731).

Rezada en un rosario común, la coronilla a la Divina Misericordia es una oración de intercesión que extiende la ofrenda de la Eucaristía, por lo que es particularmente apropiado rezarla después de recibir la Santa Comunión en la Santa Misa.  Se puede rezar a cualquier hora, pero nuestro Señor dijo a Sor Faustina que la rezara especialmente durante los nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia (el primer domingo después de Pascua).  Después agregó:

Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias (Diario, 796)

Así mismo, es apropiado rezar la coronilla diariamente durante "La hora de la gran misericordia", a las tres de la tarde (recordando la hora en que Jesús murió en la Cruz).  En Sus revelaciones a la beata Sor Faustina, nuestro Señor pidió que se recordara de manera especial Su Pasión a esa hora.